lunes, 6 de septiembre de 2010

Del verbo coleccionar: yo colecciono, tu coleccionas...

Del verbo coleccionar: yo colecciono, tu coleccionas...

del verbo vender: yo vendo, tu vendes,..., ellos se ponen las botas.



Mi querido quiosquero, compañero de fatigas:

!Por fin han llegado, ya están aquí¡
Como cada temporada, al filo del otoño, los jardines se llenan de hojarasca y nuestros kioscos se visten de lujo con los mejores “cartonazos” de las colecciones anunciadas en la tele.
Nuestra profesión se renueva cada año. Sientete contento, se solidario, hazte ONG.

Con solo levantarte cada mañana y meterte en el kiosco durante más de diez horas, casi todos los días del año, estas ayudando a que la Cuenta de Resultados de nuestra S.A, de Ediciónes y Distribuciónes se acreciente más y más, tanto como para que puedan continuar dándote las migajas de sus pingües beneficios.

Levantate cada mañana y haz de hombre anuncio; de escaparate de sus lanzamientos. Por un precio irrisorio, publicítales bien los Números Uno. Búscales tu acera mas transitada de publico. Ponlos a cubierto dentro del kiosco cuando llueva. Recógelos por la noches; vuelve a exponerlos mañana otra vez. Procura que no te manguen ninguno .

!Aupa, despierta¡ que tienes que conseguir clientes para sus colecciones. Ayúdales a puentearte (¿o será putearte?). Que sean ellos los que vendan las colecciones completas. Tu dedicate a lo tuyo: las estampitas, los sobresitos...

Recomiéndacelos a tus “clientes”. Has uso de tu rudimentario marketing para convencerles. Ilusionales con las ventajas de hacer la colección completa. Y al final sientete feliz si consigues colocárselos.

Que no se te olvide que en el interior, el fascículos lleva un regalito para ti. Si, un regalito envenenado en forma de Boletín de Suscripcion. Eso si, !sé optimista¡ No hay mal que por bien no venga: eso te librará de tener que vender la colección completa al cliente. Que lo hagan ellos y de esta forma cooperas en su engrandecimiento. Ayudales a empujar un poquito más esta puta rueda que algún día terminará por triturarnos a todos.

!Arriba, que es tarde¡ y hoy toca devolver los que, a pesar de tu esfuerzo y el de la tele, no has podido vender. Ya sabes, hay que buscarlos entre ingentes cantidades de cartón, arreglar los que estén rotos, anotarlos, empaquetarlos, etiquetarlos... No te sale la cuenta ¿te habrán robado alguno? ¿estarán aún en plazo para devolverlos? y finalmente, cruza los dedos y respira hondo para que te abonen todo lo que envías.

Bueno lo dejo aquí, que tengo que continuar echando de comer a los tiburones


Juan Romero Cruz
Lucena- Córdoba

1 comentario:

BANDOLERA dijo...

Muy buena entrada. Felicidades al autor.